SINOPSIS
Movie Short Review
English review
Mark Jenkin’s innovative 16mm horror film tells the story of a solitary botanist on an abandoned island, where her connection to the environment hints at a sinister underlying force. Shot on aged 16mm stock, the film adds a layer of depth and history to the narrative. Enys Men, a thematic follow-up to Jenkin’s 2019 debut Bait, delves into the idea of disparate worlds coexisting within the same geographic space. In this case, the spirits of a lost island community are portrayed more literally, yet the storytelling remains unconventional through its minimal context and creative visual depictions.
The plot revolves around an unnamed botanist, played by Mary Woodvine, who resides in a crumbling cottage on the Cornish coast. Each day, she investigates a patch of white flowers by taking temperature readings of the nearby soil. On her way back, she comes across a turret adjacent to an open mineshaft, where she drops a stone and listens for the splash in the water below. Woodvine delivers a mesmerizing performance, marked by her enigmatic facial expressions and entrancing recitation of the film’s limited dialogue, as if conveying words from an alternate metaphysical realm.
As the film unfolds, Jenkin gradually introduces subtle disturbances to the botanist’s daily routine, reflecting the imperfections inherent in the film stock itself. These slight disruptions divert the protagonist’s focus from her work to something more introspective and mysterious. Enys Men signifies a considerable advancement in both ambition and accomplishment from Jenkin’s previous work, affirming his position as a visionary filmmaker with a unique artistic approach.
Spanish review
La innovadora película de terror en 16 mm de Mark Jenkin cuenta la historia de una botánica solitaria en una isla abandonada, donde su conexión con el entorno insinúa una fuerza siniestra subyacente. Filmada en un viejo rollo de 16 mm, la película añade una capa de profundidad e historia a la narración. Enys Men, una continuación temática del debut de Jenkin en 2019, Bait, profundiza en la idea de mundos dispares coexistiendo dentro del mismo espacio geográfico. En este caso, los espíritus de una comunidad isleña perdida se representan de manera más literal, pero la narración sigue siendo poco convencional debido a su mínimo contexto y creativas representaciones visuales.
La trama gira en torno a una botánica sin nombre, interpretada por Mary Woodvine, que vive en una cabaña en ruinas en la costa de Cornualles. Cada día, investiga un grupo de flores blancas tomando lecturas de temperatura del suelo cercano. En su camino de regreso, encuentra una torreta junto a un pozo minero abierto, donde suelta una piedra y escucha el chapoteo en el agua de abajo. Woodvine ofrece una actuación fascinante, marcada por sus enigmáticas expresiones faciales y su cautivadora recitación del limitado diálogo de la película, como si transmitiera palabras de un plano metafísico alternativo.
A medida que la película se desarrolla, Jenkin introduce gradualmente pequeñas perturbaciones en la rutina diaria de la botánica, reflejando las imperfecciones inherentes al propio material fílmico. Estas ligeras alteraciones desvían la atención de la protagonista de su trabajo hacia algo más introspectivo y misterioso. Enys Men representa un avance considerable en ambición y logros respecto al trabajo anterior de Jenkin, consolidando su posición como un cineasta visionario con un enfoque artístico único.
Movie information
// Film4 Productions // Director: Mark Jenkin // Cast: Mary Woodvine, John Woodvine, Edward Rowe, Isaac Woodvine, Callum Mitchell, Morgan Val Baker, Dion Star
SOBRE EL DIRECTOR
Mark es uno de los jóvenes directores que está causando revuelo en la industria cinematográfica de Cornualles, Reino Unido. Después de salir de la universidad, trabajó como productor de promociones en Soho y luego, como muchos cineastas en busca de inspiración, regresó a Cornualles en 2002 para trabajar como cineasta independiente. Obtuvo un gran éxito crítico con su primer largometraje, “Golden Burn”, que ganó el Premio del Director Primerizo Frank Copplestone en los Premios de Cine y Televisión Célticos en 2002.
Desde entonces, ha seguido cosechando éxitos con numerosos documentales y largometrajes de bajo presupuesto, incluyendo “El hombre que necesitaba un semáforo”, “El conejo” y “El pescador de langostas”, un documental sobre la vida del dramaturgo de Cornualles Nick Darke, todos producidos por su compañía de producción O-Region con sede en Truro, Cornualles.