El último telesilla

SINOPSIS

URachel Brewster es una esquiadora de eslalon que, a los dieciocho años, acude a los campeonatos nacionales en Aspen, Colorado. Cuando regresa a New Hampshire, sin haber ganado ninguna medalla, está embarazada. El niño, Adam, el protagonista de esta novela, concebido en 1941 en el Hotel Jerome de Aspen, jamás sabrá la identidad de su padre. Rachel, por su parte, empieza a trabajar como monitora de esquí y, en los largos meses que pasa fuera de casa, deja al niño con sus peculiares abuelos. Adam crecerá en una familia que desafía todas las convenciones, incluidas las sexuales, y que evita preguntas relativas al pasado. Sin embargo, cuando a sus ochenta años regrese al Hotel Jerome en busca de respuestas, Adam se encontrará con algunos fantasmas inesperados.
La inolvidable odisea que, en primera persona, nos ofrece Adam se convierte en un fresco de Estados Unidos, desde los años cuarenta hasta la segunda década del siglo XXI, desde la Guerra Fría y Vietnam, pasando por la era Reagan y la irrupción del sida, hasta llegar al Tea Party y Donald Trump.na historia majestuosa de amor y de familia que es también un emocionante alegato a favor de la libertad.

BOOK SHORT REVIEW

ENGLISH REVIEW

John Irving’s ‘The Last Chairlift’ has been a read I’ve immensely enjoyed. Irving, an author who has stood as a literary emblem of the United States, has enriched American narrative with his works throughout a career spanning over eighty years. His writing, reflecting the influence of nineteenth-century literary titans such as Charles Dickens and Herman Melville, ranges from novels to film scripts and is characterized by its depth and complexity. An example of this influence is evident in ‘The Last Chairlift,’ where the protagonist’s grandmother reads ‘Moby Dick’ to him every night, paying tribute to Melville and immersing the reader in the tradition of great literature.

In his latest novel, Irving introduces us to Adam, an octogenarian seeking answers about his origins at the hotel where he was conceived, mirroring the author’s own age. Adam’s life is marked by the absence of a mother who never revealed his father’s identity and by being raised by grandparents who defied social conventions. Growing up in a homosexual, female, and feminist environment, Adam, a heterosexual, has had the peculiar ability to see ghosts since childhood. These apparitions, far from being terrifying, are almost nostalgic visions that make him suspect his father’s presence among them.

Irving gives ‘The Last Chairlift’ a semi-autobiographical dimension, though he clearly distinguishes reality from fiction in the ghostly element. The novel tackles themes that have consistently fascinated his readers: from the void left by the family nest to the exploration of sexuality, the eccentricity of his characters, and a sharp critique of established morality. Irving confronts sexual and gender prejudices with a perspective that could be considered critical, political, and vindicatory. Although Irving himself might describe his work as ‘didactic,’ he does not conceal his criticism of the growing intolerance and rejection of diversity that, in his view, has permeated his country in recent times.

SPANISH REVIEW

“El último telesilla” de John Irving ha sido una lectura que he disfrutado enormemente. Irving, un autor que se ha erigido como un emblema literario de Estados Unidos, ha enriquecido la narrativa americana con sus obras a lo largo de más de ochenta años de carrera. Su escritura, que refleja la influencia de titanes literarios del siglo XIX como Charles Dickens y Herman Melville, abarca desde novelas hasta guiones de cine, y se caracteriza por su profundidad y complejidad. Un ejemplo de esta influencia es palpable en “El último telesilla”, donde la abuela del protagonista le lee “Moby Dick” cada noche, rindiendo tributo a Melville y sumergiendo al lector en la tradición de la gran literatura.

En esta última novela, Irving nos presenta a Adam, un octogenario que busca respuestas sobre su origen en el hotel donde fue concebido, reflejando la misma edad que el autor. La vida de Adam está marcada por la ausencia de una madre que nunca le reveló la identidad de su padre y por una crianza a cargo de abuelos que desafiaban las convenciones sociales. Creciendo en un entorno homosexual, femenino y feminista, Adam, siendo heterosexual, posee desde su infancia la peculiar capacidad de ver fantasmas. Estas apariciones, lejos de ser terroríficas, son visiones casi nostálgicas que le hacen sospechar de la presencia de su padre entre ellas.

Irving dota a “El último telesilla” de una dimensión semi-autobiográfica, aunque claramente distingue la realidad de la ficción en el elemento fantasmagórico. La novela aborda temas que han fascinado consistentemente a sus lectores: desde el vacío que deja el nido familiar hasta la exploración de la sexualidad, pasando por la excentricidad de sus personajes y una crítica mordaz a la moralidad establecida. Irving confronta los prejuicios sexuales y de género con una perspectiva que podría considerarse tanto crítica como política y reivindicativa. A pesar de que el propio Irving podría describir su obra como “didáctica”, no oculta su crítica hacia la creciente intolerancia y el rechazo a la diversidad que, en su opinión, ha permeado su país en tiempos recientes.

// Autor: John Irving
// Editorial: Tusquets Editores

SOBRE EL AUTOR

John Irving nació en Exeter (New Hampshire) en 1942. Tusquets Editores ha publicado sus novelas El mundo según Garp; El hotel New Hampshire; Príncipes de Maine, reyes de Nueva Inglaterra; La epopeya del bebedor de agua; Oración por Owen; Libertad para los osos; Un hijo del circo; Una mujer difícilLa cuarta mano; Hasta que te encuentre, Personas como yoAvenida de los Misterios El último telesilla, así como el libro de relatos La novia imaginaria, el volumen autobiográfico Mis líos con el cine y el cuento infantil El ruido que hace alguien cuando no quiere hacer ruido. Irving ha sido galardonado por la Fundación Rockefeller, por el National Endowment for the Arts y por la Fundación Guggenheim; ha recibido asimismo el O’Henry Award y el National Book Award (del que ha estado nominado tres veces), y en el año 2000 recibió el Oscar por el guion para la película Las normas de la Casa de la Sidra, basado en su novela Príncipes de Maine, reyes de Nueva Inglaterra y protagonizada por Michael Caine.

Score
8.5

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