SINOPSIS
Cincuenta y dos semanas: ese es el tiempo que le queda a Mona, una niña de diez años, para atesorar toda la belleza del mundo. Es el lapso que su erudito y original abuelo se ha dado para descubrirle, cada miércoles después del colegio, una obra de arte antes de que se quede ciega. Así, se disponen a visitar juntos los tres grandes museos parisinos: Louvre, Orsay y Beaubourg (Centro Pompidou), y a zambullirse en cuadros y esculturas con el fin de que su propia belleza y su sentido filosófico permeen y se inscriban para siempre en lo más hondo de Mona. Mirando a través de los ojos de Botticelli, Vermeer, Goya, Frida Kahlo o Basquiat, la pequeña aprenderá sobre la generosidad, la duda, la melancolía, la autonomía o la indignación, e irá incorporando su poderoso aprendizaje en su día a día.
BOOK SHORT REVIEW
ENGLISH REVIEW
“Mona’s Eyes” by Thomas Schlesser is a debut work that resonates with the energy of a classic, reminiscent of the emotive narrative style one might expect from a distinguished art historian, akin to “All the Light We Cannot See.” Penned by a scholar, this novel deftly weaves art history into its fabric, skillfully avoiding an overly didactic tone. Instead, the story is imbued with passion and captures the reader’s attention with the authenticity of a girl discovering the wonders of art and life. The plot follows a young girl, Mona, who gradually loses her sight, and her grandfather, her caretaker and mentor, who demonstrates how art can act as a means to interpret the world. Through its narrative, Mona learns to navigate her personal pain and life’s minor tragedies, while her personal experiences intertwine with the grand events of history and the transformative power of creativity.
Divided into three main segments, each named after a Parisian museum—the Louvre, the Musée d’Orsay, and the Centre Pompidou—the work pays tribute to the artistic epicenter of the French capital. It serves as a literary journey that will delight those wishing to get lost among the city’s emblematic galleries. The stories Mona’s grandfather tells about the artworks are as educational as they are vivid, offering a rich mix of artistic biography and analysis. For instance, in front of a Goya painting, Mona senses the omnipresence of evil in the mundane, a monstrosity symbolized in the artwork. And at the Musée d’Orsay, a curator draws a poignant parallel between Monet’s diminishing sight and his way of painting the gardens of Giverny, suggesting that the perception of beauty transcends visual loss.
The narrative also delves into Mona’s personal challenges: mourning her deceased grandmother, dealing with her father’s absence, and struggling with a mysterious medical condition. Her world seems immense and overwhelming, but a session with a hypnotherapist reveals the relativity of time, making her earliest memories seem light-years away. This concept is central to the work, which is fashioned as a bildungsroman focused on Mona’s journey toward self-discovery and emotional maturation, shaped by the tribulations of her childhood. For Mona, art becomes much more than a discipline; it is the means to self-knowledge, a blank canvas where she can trace the contours of her own identity.
SPANISH REVIEW
“Los ojos de Mona” de Thomas Schlesser es una primera obra que vibra con la energía de un clásico, recordando el estilo narrativo emotivo que podría esperarse de un ilustre historiador del arte, al estilo de “La luz que no puedes ver”. Con la pluma de un erudito, esta novela entrelaza hábilmente la historia del arte en su trama, evitando caer en un tono excesivamente instructivo. Por el contrario, la historia se llena de pasión y captura la atención del lector con la autenticidad de una niña descubriendo las maravillas del arte y de la vida. En su trama, seguimos a una joven, Mona, que va perdiendo la vista poco a poco y a su abuelo, su cuidador y mentor, que demuestra cómo el arte puede actuar como medio para interpretar el mundo. A través de su narrativa, Mona aprende a sortear su dolor personal y las tragedias menores de su vida, mientras que sus vivencias personales se entrelazan con los grandes sucesos de la historia y la capacidad transformadora de la creatividad.
Dividida en tres segmentos principales, cada uno llevando el nombre de un museo de París —el Louvre, el Musée d’Orsay y el Centro Pompidou—, la obra rinde tributo al epicentro artístico de la capital francesa. Funciona como un viaje literario que encantará a aquellos que desean perderse entre las galerías emblemáticas de la ciudad. Las historias que el abuelo de Mona cuenta sobre las obras de arte son tan didácticas como vívidas, ofreciendo una combinación rica de biografía artística y análisis. Por ejemplo, delante de una obra de Goya, Mona intuye la omnipresencia del mal en lo cotidiano, una monstruosidad simbolizada en la obra. Y en el Musée d’Orsay, un curador aporta un paralelismo entre la disminución de la vista de Monet y su forma de pintar los jardines de Giverny, lo que sugiere que la percepción de la belleza trasciende la pérdida visual.
La narrativa también explora los desafíos personales de Mona: el duelo por su abuela fallecida, la ausencia de su padre y su lucha con una condición médica misteriosa. Su mundo parece inmenso y abrumador, pero una sesión con un hipnoterapeuta le revela la relatividad del tiempo, haciendo que sus primeros recuerdos parezcan estar a años luz de distancia. Este concepto es central en la obra, que se configura como una bildungsroman enfocada en el viaje de Mona hacia el autodescubrimiento y la maduración emocional, moldeada por las tribulaciones de su infancia. El arte se convierte para Mona en mucho más que una disciplina; es el medio hacia el conocimiento propio, un lienzo en blanco donde puede trazar los contornos de su propia identidad.
// Autor: Thomas Schlesser // Editorial: Lumen
SOBRE EL AUTOR
Thomas Schlesser dirige la Fundación Hartung-Bergman y es profesor de la Escuela Politécnica de París. Es historiador del arte, autor de numerosos ensayos como Faire rêver y Anna-Eva Bergman: vies lumineuses. La publicación de su novela Los ojos de Mona, finalista del Grand Prix RTL-Lire Magazine Littéraire 2024 que se fallará en marzo, se ha convertido en un acontecimiento editorial en más de veinte países.