Tiburón negro

SINOPSIS

Paul Sturges (Josh Lucas), trabajador de una empresa petrolífera, aprovecha sus idílicas vacaciones familiares en la bahía azul de México para hacer una inspección rutinaria de una plataforma ubicada en medio del océano. Lo que prometía ser una tarea sencilla se convierte en una auténtica pesadilla al encontrarse cara a cara con un sanguinario megalodón obsesionado con proteger su territorio a toda costa. Abandonados a su suerte, y con la constante amenaza de ser devorados, la familia deberá encontrar el modo de regresar a tierra firme evitando los ataques mortales del enorme tiburón.

Movie Short Review

English review

“The Black Demon” (2023), directed by Adrian Grunberg and written by Carlos Cisco and Boise Esquerra, is an unusual blend of horror, science fiction, and thriller. The movie might have you oscillating between laughter and irritation. Instead of being a rollercoaster of emotions, it’s more akin to a carousel that’s gone off its course. The plot revolves around a family stuck on a crumbling platform in Baja, wrestling with a vengeful megalodon shark. The narrative springs from the ‘Black Demon’ legend, a beast purported by local fishermen to have claimed numerous lives and attacked whales in Baja California. While the concept is intriguing, the film falls short in its delivery.

The main actors of the film, Omar Chaparro, Bolivar Sanchez, and Carlos Solórzano, strive to keep the storyline afloat amidst a sea of clichés and predictable plot twists. Despite this, their earnest efforts almost make their performances appealing. From Chaparro’s role as an over-enthusiastic sidekick to Solórzano’s portrayal of ‘Tommy’, their acting is reminiscent of a school play, which ironically enhances the appeal of the movie. “The Black Demon” has an abundance of inconsistencies and logical errors so vast that you could drive a shark through them. However, it is precisely these shortcomings that make the movie hilariously entertaining. Scenes that were supposed to be terrifying end up being comic due to the exaggerated acting, mediocre special effects, and sometimes absurdly amusing dialogue.

The visual effects are a spectacle, but not in a good sense. The shark, which should be the horror element’s centerpiece, resembles a failed low-budget CGI experiment. Its movements are artificial and mechanical, prompting more laughter than fear. Neither the sound design nor the soundtrack can salvage this sinking ship. The repetitive, generic horror music in the background does little to create suspense or stir any genuine emotion. Despite these significant flaws, “The Black Demon” possesses a peculiar charm. Its overacting, laughable dialogue, and questionable CGI come together to form a movie that’s unintentionally amusing and entertaining in its own peculiar way. It could become a cult classic and is perfect for a fun evening with friends where the goal is laughter.

In conclusion, “The Black Demon” is a cinematic experience that doesn’t fit conventional ratings. It’s so comically bad that it becomes good again, earning a place as a masterpiece of unintentional comedy. If you enjoy “so bad they’re good” movies or love having a good laugh at a film’s expense, “The Black Demon” is worth a watch. However, if you’re seeking a serious, well-executed horror-thriller, this movie might not be for you.

Spanish review

“Tiburón negro” (2023), dirigida por Adrian Grunberg y escrita por Carlos Cisco y Boise Esquerra, es una mezcla singular de horror, ciencia ficción y thriller. La película podría hacer que osciles entre la risa y la irritación. En lugar de ser una montaña rusa de emociones, se asemeja más a un tiovivo que se ha desviado del camino. La trama se centra en una familia atrapada en una plataforma en ruinas en Baja, luchando contra un megalodón vengativo. La historia se basa en la leyenda del ‘Demonio Negro’, una bestia que, según los pescadores locales, ha cobrado numerosas vidas y atacado ballenas en Baja California. Aunque el concepto es intrigante, la película se queda corta en su ejecución.

Los actores principales de la película, Omar Chaparro, Bolivar Sanchez y Carlos Solórzano, se esfuerzan por mantener la trama a flote en medio de un mar de clichés y tropos predecibles. A pesar de esto, sus esfuerzos sinceros casi hacen que sus actuaciones sean atractivas. Desde el papel de Chaparro como un entusiasta compañero hasta la representación de ‘Tommy’ por parte de Solórzano, su actuación recuerda a una obra de teatro escolar, lo que irónicamente realza el atractivo de la película. “Tiburón negro” tiene una multitud de inconsistencias y errores lógicos tan grandes que podrías conducir un tiburón a través de ellos. Sin embargo, son precisamente estos defectos los que hacen que la película sea hilarantemente divertida. Las escenas que se supone que deben ser aterradoras terminan siendo cómicas debido a la actuación exagerada, los efectos especiales mediocres y a veces un diálogo absurdamente divertido.

Los efectos visuales son un espectáculo, pero no en un sentido positivo. El tiburón, que debería ser el centro de atención del elemento de horror, se parece a un experimento de CGI de bajo presupuesto que salió mal. Sus movimientos son artificiales y mecánicos, provocando más risa que miedo. Ni el diseño de sonido ni la banda sonora pueden rescatar este barco que se hunde. La música de horror genérica repetitiva en el fondo hace poco para crear suspense o despertar alguna emoción genuina. A pesar de estos defectos significativos, “Tiburón negro” posee un extraño atractivo. Su sobreactuación, diálogo risible y CGI dudoso se unen para formar una película que es involuntariamente divertida y entretenida a su manera peculiar. Podría convertirse en un clásico de culto y es ideal para una noche divertida con amigos donde el objetivo es reír.

Para concluir, “Tiburón negro” es una experiencia cinematográfica que no se ajusta a las calificaciones convencionales. Es tan terriblemente mala que se vuelve buena de nuevo, clasificándose como una obra maestra de la comedia involuntaria. Si disfrutas de las películas “tan malas que son buenas” o te diviertes a costa de los defectos de una película, “Tiburón negro” merece la pena ser vista. Sin embargo, si buscas un thriller de horror serio y bien ejecutado, es posible que quieras evitar esta película.

Tiburón negro – Trailer oficial

Movie information

//  Mucho Mas Media, Silk Mass, Chocolatito, Lantica Media, Buzzfeed Studios
// Director: Adrian Grunberg
// Cast: Josh Lucas, Fernanda Urrejola, Julio Cedillo, Héctor Jiménez, Raúl Méndez, Edgar Flores

SOBRE EL DIRECTOR

Adrian Grunberg es director de cine y guionista. Comenzó su carrera como asistente de dirección en 1995. Participó desempeñando este trabajo en películas como Amores Perros (2000) y Frida (2002). Grunberg también trabajó como primer asistente de dirección en películas como Apocalypto (2006), Wall Street: El dinero nunca duerme (2010) y Jack Reacher: Sin regreso (2016). En 2012 debutó como director y guionista con la cinta de acción protagonizada por Mel Gibson Atrapen al gringo. Grunberg en años recientes colaboró con varios proyectos de Netflix: trabajó como primer asistente de dirección en dos episodios de la primera temporada de Narcos y como director de la segunda unidad en la tercera temporada, además repitió el papel en 2018 en Narcos: México. En agosto de 2018, Grunberg fue anunciado como el director de Rambo: Last Blood (2019), donde Sylvester Stallone regresa al icónico papel de John Rambo.

Score

3.5

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