SINOPSIS
Movie Short Review
English review
The original “Aquaman” movie, with its unique blend of seriousness and humor, turned out to be a pleasant surprise. It succeeded in transforming the Aquaman character into someone both serious and amusing. Despite having a rather generic plot, the film stood out for its imaginative elements, such as Julie Andrews voicing a sea monster and a memorable scene featuring Pitbull’s cover of Toto’s “Africa” as Aquaman headed to the Sahara Desert. The sequel, “Aquaman and The Lost Kingdom,” showcases flashes of this creative brilliance, especially when the main adventure begins. However, the film starts on a weaker note, with a montage of Arthur Curry balancing fatherhood, his duties as Aquaman, and his role as the King of Atlantis. This introductory sequence seems disjointed, like a last-minute reshoot, filled with poorly incorporated jokes that don’t quite convince, such as Arthur’s line about his unique ability to talk to fish.
The first part of “Aquaman and The Lost Kingdom” focuses on Arthur’s dissatisfaction with his life, covering everything from the mundane aspects of parenting to tedious council meetings in Atlantis. Meanwhile, the villain Black Manta, portrayed by Yahya Abdul-Mateen II, returns with a magical trident that poses a global threat. To stop him, Arthur must join forces with his imprisoned brother Orm, played by Patrick Wilson, and embark on an adventure that takes them around the world. Directed by James Wan, known for “Furious 7,” the film eventually finds its rhythm with a blend of humor and action. The dynamic between Arthur and Orm is both amusing and touching, and Wilson’s portrayal of Orm contributes greatly to the film’s charm as he discovers the human world. The story turns into a combination of a road trip and a classic-style adventure, taking the audience to a variety of exotic locations.
Like its predecessor, the sequel excels in world-building and the introduction of fantastical elements. Fan favorites return, and new creatures and realms are added, creating an appealing mix of science fiction/fantasy that distinguishes Aquaman. The lost kingdom of Necrus, in particular, is visually stunning, combining special effects and practical sets to create a believable and richly detailed world. Although “Aquaman and The Lost Kingdom” tries to incorporate an environmental message, it doesn’t fully delve into this theme, being somewhat overshadowed by the plot and the mythology of Atlantis. The film is enjoyable, particularly during its adventurous segments, but it doesn’t reach the impact of the original. More than just a sequel, it marks the end of both Aquaman’s story and the DC Extended Universe, concluding without much connection to the broader universe. The film satisfactorily concludes Arthur’s story, and regardless of the future directions of DC’s cinematic universe, it leaves a legacy of two remarkably creative superhero movies, including an octopus spy that plays the drums.
Spanish review
La película original de “Aquaman”, con su mezcla única de seriedad y humor, resultó ser una grata sorpresa. Logró transformar al personaje de Aquaman en alguien tanto serio como divertido. A pesar de tener una trama bastante genérica, el film destacó por sus elementos imaginativos, como la voz de Julie Andrews para un monstruo marino y una escena memorable con la versión de Pitbull de “Africa” de Toto, sonando mientras Aquaman se dirigía al desierto del Sahara. La secuela, “Aquaman y El Reino Perdido”, tiene destellos de esta brillantez creativa, especialmente cuando la aventura principal comienza. Sin embargo, la película inicia de forma más débil, con un montaje de Arthur Curry equilibrando la paternidad, sus deberes como Aquaman y su rol como Rey de Atlantis. Esta secuencia introductoria parece desarticulada, como si fuera una regrabación de último minuto, llena de chistes mal incorporados que no terminan de convencer, como la línea de Arthur sobre su habilidad única para hablar con los peces.
La primera parte de “Aquaman y El Reino Perdido” se centra en la insatisfacción de Arthur con su vida, abarcando desde los aspectos mundanos de la paternidad hasta las tediosas reuniones del consejo en Atlantis. Mientras tanto, el villano Black Manta, interpretado por Yahya Abdul-Mateen II, regresa con un tridente mágico que representa una amenaza global. Para detenerlo, Arthur debe unirse a su hermano encarcelado Orm, interpretado por Patrick Wilson, y embarcarse en una aventura que los lleva por todo el mundo. Bajo la dirección de James Wan, conocido por “Furious 7”, la película encuentra finalmente su ritmo con una mezcla de humor y acción. La dinámica entre Arthur y Orm es tanto divertida como conmovedora, y la interpretación de Wilson como Orm aporta gran parte del encanto de la película mientras este descubre el mundo humano. La historia se convierte en una combinación de viaje por carretera y aventura al estilo clásico, llevando al público a una variedad de ubicaciones exóticas.
Al igual que su predecesora, la secuela destaca en la construcción de mundos y la introducción de elementos fantásticos. Regresan personajes favoritos y se añaden nuevas criaturas y reinos, creando una mezcla atractiva de ciencia ficción/fantasía que distingue a Aquaman. El reino perdido de Necrus, en particular, es visualmente impresionante, combinando efectos especiales y sets prácticos para crear un mundo creíble y ricamente detallado. Aunque “Aquaman y El Reino Perdido” intenta incorporar un mensaje ambiental, no profundiza completamente en este tema, quedando algo eclipsado por la trama y la mitología de Atlantis. La película es disfrutable, especialmente durante sus segmentos aventureros, pero no alcanza el impacto del original. Más que una simple secuela, marca el final tanto de la historia de Aquaman como del Universo Extendido de DC, concluyendo sin mucha conexión con el universo más amplio. La película concluye la historia de Arthur de manera satisfactoria, y sin importar las futuras direcciones del universo cinematográfico de DC, deja un legado de dos películas de superhéroes notablemente creativas, incluyendo hasta un pulpo espía que toca la batería.
Movie information
// Warner Bros // Director: James Wan // Cast: Jason Momoa, Patrick Wilson, Amber Heard
SOBRE EL DIRECTOR
James Wan es un director, productor y guionista malayo, nacido el 26 de febrero de 1977, en Kuching, Malasia. Paso su infancia y adolescencia en Australia, en la localidad de Perth, donde estudió en Royal Melbourne Institute of Technology. Desde que era un niño, Wan soñaba con convertirse en director de cine.
Su primer trabajo semi profesional fue con el mediometraje de horror, Stygian (2000), el cual dirigió con Shannon Young, por el cual obtuvo el premio “Best Guerilla Film”, referencia a la producción de escasos recursos y operando en la sombras, en el Melbourne Underground Film Festival, en el año 2000. En 2003, Wan, junto a un compañero y amigo de la universidad, Leigh Whannell, escribió y empezó la producción de una historia que llevaba en la mente por varios años. Al terminar el guion del largometraje, Wan y Whannell decidieron filmar una pequeña secuencia del mismo y vender la idea a algún estudio. El corto fue dirigido por Wan y estelarizado por el propio Whannell y Charlie Clouser, quien hacia la música original del mismo. La secuencia llamó la atención de Lionsgate, quien accedió a producir la cinta, con un bajo presupuesto, lo suficiente para que Wan mostrara su talento. A la postre, esa pequeña idea se convertiría en una de las cintas de horror más exitosas de todos los tiempo: Saw (2004), la cual crearía una saga de ocho películas y presentaría el nacimiento de un icónico villano, Jigsaw. En una epoca donde el cine de horror se había vuelto un género repetitivo y sin inspiración, la cinta de Wan daba un respiro merecido al género y volvía a gozar de la popularidad entre el público.
Tras el éxito de la cinta, James dirigió, a continuación, la película Dead Silence (2007), el thriller Sentencia de muerte (2007) y otra cinta de horror, que daría paso a varias secuelas, La noche del demonio (2010) Wan volvería a sorprender a crítica y publico con su siguiente cinta, El Conjuro (2013), sobre las experiencias de los demonologos Warren. Poco después dirigiría la secuela de La noche del demonio: Capítulo 2 (2013) y sería seleccionado para continuar con la larga saga de cintas de acción, con Rápidos y furiosos 7 (2015). Volvería al horror, con la secuela El Conjuro 2 (2016) Wan es uno de los directores más solicitados en la actualidad, creador de terribles atmósferas, sutiles y efectivos movimientos de cámara y una narrativa poderosa, que lo ha hecho avanzar por méritos propios. Actualmente se encuentra por estrenar la cinta Aquaman (2018), sobre el cómic publicado por DC.