SINOPSIS
Pascal Belanger, «Cal», odia a su hermano mayor, Frank, tan dominante y manipulador que le hace dudar incluso de los motivos de su animadversión. Es la razón por la que escapó de Littleford, su ciudad natal, y puede que motivase su vida nómada desde entonces. Ambos tienen una historia en común, pero ninguna de sus anécdotas parece coincidir. ¿Cal rescató a Frank de ahogarse un verano o fue al revés? ¿Frank le debe dinero a su hermano o no? Mientras que Cal, un geólogo experimentado, se ha pasado años viajando por el mundo y se ha casado con Vita, su hermano ha permanecido en casa ejerciendo de hijo cariñoso y convirtiéndose en abogado. Cuando se instala por fin en Littleford con su mujer, Cal debe ausentarse a menudo por motivos de trabajo, lo que su hermano aprovecha para acercarse a ella. ¿Es Frank el buen tipo que todos creen?
BOOK SHORT REVIEW
ENGLISH REVIEW
I have had the pleasure of indulging in the sublime edition of “El Geólogo” published by Alfaguara. In his unmistakable style, Paul Theroux does not settle for carving his main characters as stone-like and immutable figures, but shapes them with the malleability and contradictions inherent to life itself. This premise is intensified in the work at hand, where the character of Cal, the geologist, unfolds throughout the narration in a process of transformation that reflects the ambivalent and complex mineral elements that make up his character. In the same way, his adversary, Frank, reveals himself as an even more multifaceted and contradictory figure than the narrator himself, if that’s possible.
One of the most notable peculiarities of “El Geólogo” lies in the astounding depth and complexity of its characters, which extends beyond the main figures and also permeates the secondary characters, whose significance transcends their mere complementary role in the plot. A prime example is the character of Tutwa, a Bemba woman marginalized for challenging the absurd traditions of her humble village in Zambia. In this place, Cal manages a profitable emerald mine and takes advantage of Tutwa’s situation to employ her as a maid, and later turn her into his lover. However, it could be argued that it is Tutwa, the emancipated woman, who truly controls the situation, not Cal, the pale figure of the white colonizer, since she eventually decides to train as a nurse in an African capital.
Following a similar path, Johnson Moyo, a local friend and partner of Cal in the emerald business, challenges the narrator’s moral reticence and opts to give in to his ambition in the most lucrative facets of African mining. Perhaps the secondary character that displays extraordinary density most notably is Amala, a young devotee of the Dalai Lama with a shaved head, who, perhaps unintentionally, might rescue the protagonist from his dizzying descent into the abyss of hatred and vengeance towards his closest enemy.
SPANISH REVIEW
He tenido el placer de deleitarme con la sublime edición de “El Geólogo” publicada por Alfaguara. En su inconfundible estilo, Paul Theroux no se conforma con tallar a sus personajes principales como figuras pétreas e inmutables, sino que los modela con la maleabilidad y contradicciones inherentes a la vida misma. Esta premisa se intensifica en la obra en cuestión, donde el personaje de Cal, el geólogo, se despliega a lo largo de la narración en un proceso de transformación que refleja los ambivalentes y complejos elementos minerales que constituyen su carácter. De la misma forma, su rival, Frank, se revela como una figura aún más multifacética y contradictoria que el propio narrador, si cabe.
Una de las particularidades más destacables de “El Geólogo” reside en la asombrosa profundidad y complejidad de sus personajes, que va más allá de las figuras principales e impregna también a los personajes secundarios, cuyo significado trasciende su mero papel complementario en la trama. Un ejemplar caso es el de Tutwa, una mujer bemba marginada por desafiar las absurdas tradiciones de su modesta aldea en Zambia. En este lugar, Cal gestiona una rentable mina de esmeraldas y se aprovecha de la situación de Tutwa para emplearla como sirvienta y posteriormente convertirla en su amante. Sin embargo, podría sostenerse que es Tutwa, la mujer emancipada, quien realmente controla la situación, no Cal, la pálida figura del colonizador blanco, dado que ella finalmente decide formarse como enfermera en una capital africana.
En un sendero similar, Johnson Moyo, amigo y socio local de Cal en la empresa de las esmeraldas, desafía las reticencias morales del narrador y opta por ceder ante su ambición en las facetas más lucrativas de la minería africana. Quizá el personaje secundario que manifiesta una densidad extraordinaria de manera más notable es Amala, una joven devota del Dalai Lama con cabeza rapada, quien, quizás sin quererlo, podría rescatar al protagonista de su vertiginoso descenso al abismo del odio y la venganza hacia su enemigo más cercano.
// Autor: Paul Theroux // Editorial: Alfaguara
SOBRE EL AUTOR
Paul Theroux (Medford, Massachusetts, 1941) es uno de los escritores más reconocidos del mundo. El gran bazar del ferrocarril (Alfaguara, 2018) lo catapultó a la fama en 1976 y constituye un clásico de la literatura de viajes. En su prolífica obra destacan títulos como Tren fantasma a la Estrella de Oriente (Alfaguara, 2010), El Tao del viajero (Alfaguara, 2012) y El último tren a la zona verde (Alfaguara, 2015), o novelas como La costa de los mosquitos (adaptada al cine por Peter Weir y por la que recibió en 1981 el James Tait Black Memorial Prize), La calle de la media luna, Hotel Honolulu, Elefanta Suite (Alfaguara, 2008), Un crimen en Calcuta (Alfaguara, 2011) y En Lower River (Alfaguara, 2014). Tras la muerte de su madre pudo dar por terminada Tierra patria, su desgarradora novela autobiográfica en la que llevaba años trabajando.