In Viaggio. Viajando con el Papa Francisco

SINOPSIS

Viajando con el Papa Francisco

Movie Short Review

English review

The journey had a clear purpose: to offer apologies on behalf of the Catholic Church for its involvement in the residential school system for indigenous people in Canada. The contrast between the Pope, dressed in his white cassock and skullcap, and the indigenous leaders with their traditional feathered headdresses, proved to be a symbolically impactful scene. This image takes on an even deeper meaning when brief black-and-white scenes of indigenous children in their everyday school life are interspersed, brushing their teeth before bed or learning to dance. The uncertainty of how many of these children survived and what their adult lives held makes the symbolism of official reconciliation seem hauntingly insufficient.

Rosi’s film, characterized by its objectivity, draws heavily from television footage of the past decade. This compilation of clips is interwoven with sequences showing the Pope standing in the back of a white Jeep Wrangler, waving to the crowd with a rhythmic left-to-right movement. Other scenes take us into the heart of the emotionally charged crowds, where Pope Francis interacts closely with people, shaking hands, caressing heads, and kissing babies. A tangible fatigue is evident in his figure. Although he is the spiritual leader of 1.3 billion Catholics and one of the most powerful men in the world, he is also an elderly man struggling to rise from a chair. (Currently, the 86-year-old pontiff is hospitalized due to a lung infection.)

“In Viaggio” is neither a Vatican public relations film nor an exposé; it is rather an opportunity to accompany the Pope on his journeys. Its director, the 59-year-old Italian Rosi, based in New York, has been awarded in Europe for his documentaries about migrants crossing the Mediterranean Sea, conflicts at the Mexico-U.S. border, war-torn Middle Eastern regions, and places where human suffering is palpable—places that the Pope has also traveled to in the past decade. For believers, the Pope, born in Argentina, can be seen as a transformative figure and a global conscience who has prioritized interreligious dialogue, compassion, and justice for the most disadvantaged. Skeptics, however, may point out contradictions, such as his insistence on transparency around pedophile priests while supporting the controversial Chilean bishop Juan Barros Madrid. For those in a neutral position, the film serves as a reminder of the complexity of the role of the leader of the Catholic Church: an international figure of conscience, a real-world diplomat, and the leader of an ancient religious institution grappling with the aftermath of its past.

Spanish review

El viaje tenía un propósito claro: ofrecer disculpas en nombre de la Iglesia Católica por su implicación en el sistema de escuelas residenciales para indígenas en Canadá. El contraste entre el Papa, ataviado con su sotana blanca y solideo, y los líderes indígenas con sus tradicionales tocados de plumas, resultó ser una estampa simbólica de gran impacto. Esta imagen cobra un matiz aún más profundo cuando se suceden breves escenas en blanco y negro de niños indígenas en su cotidianidad escolar, cepillándose los dientes antes de dormir o aprendiendo a bailar. La incertidumbre sobre cuántos de estos niños sobrevivieron y qué les deparó la vida adulta, hace que el simbolismo de la reconciliación oficial parezca espeluznantemente insuficiente.

La película de Rosi, caracterizada por su objetividad, se nutre en gran parte de material televisivo de la última década. Dicha recopilación de clips se entreteje con secuencias en las que se aprecia al Papa, erguido en la parte trasera de un Jeep Wrangler blanco, saludando a los espectadores que se agolpan en las calles con un movimiento rítmico de izquierda a derecha. Otras escenas nos llevan al corazón de las multitudes emocionadas, donde el Papa Francisco interactúa de cerca con la gente, tocando manos, acariciando cabezas y besando a bebés. Se percibe un cansancio palpable en su figura. Aunque es el líder espiritual de 1.3 mil millones de católicos y uno de los hombres más poderosos del mundo, también es un anciano que lucha por levantarse de una silla. (Actualmente, el pontífice de 86 años se encuentra hospitalizado debido a una infección pulmonar.)

“In Viaggio” no es ni una película de relaciones públicas del Vaticano ni una denuncia, es más bien una oportunidad para acompañar al Papa en sus viajes. Su director, el italiano Rosi, radicado en Nueva York y de 59 años, ha sido galardonado en Europa por sus documentales sobre migrantes atravesando el Mar Mediterráneo, conflictos en la frontera entre México y Estados Unidos, zonas de guerra en Oriente Medio, y regiones donde el sufrimiento humano es palpable, lugares a los que el Papa también ha viajado en la última década. Para los creyentes, el Papa, nacido en Argentina, puede ser interpretado como una figura transformadora y conciencia global, que ha priorizado el diálogo interreligioso, la compasión y la justicia para los más desfavorecidos. Los escépticos, sin embargo, pueden señalar contradicciones, como su insistencia en la transparencia alrededor de los sacerdotes pedófilos mientras apoya al cuestionado obispo chileno Juan Barros Madrid. Para aquellos en una posición neutral, la película sirve como recordatorio de la complejidad del papel del líder de la Iglesia Católica: una figura internacional de conciencia, un diplomático en el mundo real, y el líder de una antigua institución religiosa que lucha con las secuelas de su pasado.

In Viaggio. Viajando con el Papa Francisco – Trailer oficial

Movie information

// 21 Unofilm, Stemal Entertainment, RAI Cinema
// Director: Gianfranco Rosi

Score

6.5

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