SINOPSIS
Durante más de tres décadas, Eric Lax ha mantenido largas y distendidas conversaciones con el gran cineasta neoyorquino, además de haber tenido acceso privilegiado a sus rodajes y al proceso de elaboración de sus películas. El resultado de todo ello ha sido este libro, una verdadera autobiografía artística en directo.
BOOK SHORT REVIEW
ENGLISH REVIEW
Woody Allen, renowned for his prolific career as a filmmaker, openly proclaims his indifference regarding his legacy, seasoning his conversations with characteristic “Woodyisms.” He jokes about the irrelevance of posthumous honors to one’s metabolism and expresses a preference for living in his apartment rather than enduring in the collective memory of society. This reveals the quintessential Woody: a skeptical, detached musician who dodges award ceremonies and works tirelessly without allowing himself to enjoy the recognition of his past successes. His acclaimed work “Annie Hall,” originally titled “Anhedonia,” reflects this perspective, highlighting his declared inability to derive pleasure from life’s achievements.
However, it could be argued that Allen’s professed disinterest in his legacy contradicts actions such as authorizing the publication of “Conversations with Woody Allen” and participating in extensive interviews with Eric Lax, who previously wrote a semi-official biography of the filmmaker. This book seems to be a deliberate attempt to shape his historical image. Allen’s admiration for Orson Welles is well known, and through his dialogue with Lax, he appears to seek his own version of “This Is Orson Welles” — a text that captures the essence of Welles through comprehensive conversations. Lax, who met Allen in the early ’70s, brings a depth of understanding and familiarity to these conversations, reflecting the relationship between Welles and Peter Bogdanovich.
“Conversations” presents an Allen willing to openly discuss his work, sharing his favorite films and offering surprising perspectives on both acclaimed and underestimated works. His viewpoints range from contrarian opinions on praised works like “Annie Hall” and “Manhattan” to passionate arguments for lesser-known films, revealing a complex artist who navigates between self-criticism and pride in his oeuvre. The dialogue between Allen and Lax uncovers the filmmaker’s journey from his beginnings as a hopeful director excited by early praise to becoming an experienced artist who has developed a distinct narrative style, influenced by collaborations with influential figures like cinematographer Gordon Willis.
Despite the rich exploration of Allen’s cinematic journey and his creative evolution, the book’s thematic structure, rather than a chronological organization, somewhat flattens the narrative, making Allen’s persona seem unchanged over the decades. This structured approach, while highlighting Allen’s consistency in vision and style, also misses the opportunity to delve into the dramatic arcs that defined the lives of contemporaries like Orson Welles. Moreover, Allen’s forays into writing, both at the beginning of his career and in his more recent contributions to humor and short fiction, underscore his multifaceted talent, although “Mere Anarchy” falls short of recapturing the brilliance of his earlier collections. Ultimately, Allen’s legacy, much like his attitude towards life and art, embodies a paradox of detachment and engagement, leaving an indelible mark on both cinema and literature.
SPANISH REVIEW
Woody Allen, reconocido por su prolífica carrera como cineasta, proclama abiertamente su indiferencia respecto a su legado, aderezando sus conversaciones con los característicos “Woodyismos”. Ironiza sobre la irrelevancia de los honores póstumos para el metabolismo y manifiesta su preferencia por vivir en su apartamento antes que perdurar en la memoria colectiva de la sociedad. Esto desvela al Woody esencial: un escéptico distante, el músico que esquiva las ceremonias de premiación y trabaja incansablemente sin permitirse disfrutar del reconocimiento de sus éxitos pasados. Su aclamada obra “Annie Hall”, cuyo título original era “Anhedonia”, refleja esta perspectiva, destacando su declarada incapacidad para obtener placer de los logros de la vida.
Sin embargo, podría argumentarse que la proclamada desinterés de Allen por su legado contradice acciones como la autorización de la publicación de “Conversaciones con Woody Allen” y su participación en extensas entrevistas con Eric Lax, quien anteriormente escribió una biografía semi-oficial del cineasta. Este libro parece ser un intento deliberado por moldear su imagen histórica. La admiración de Allen por Orson Welles es bien conocida, y a través de su diálogo con Lax, parece buscar su propia versión de “This Is Orson Welles” – un texto que captura la esencia de Welles a través de conversaciones exhaustivas. Lax, que conoció a Allen a principios de los años 70, aporta una profundidad de entendimiento y familiaridad a estas conversaciones, reflejando la relación entre Welles y Peter Bogdanovich.
“Conversaciones” presenta a un Allen dispuesto a discutir abiertamente su obra, compartiendo sus películas favoritas y ofreciendo perspectivas sorprendentes sobre obras tanto aclamadas como subestimadas. Sus puntos de vista van desde opiniones contrarias sobre trabajos elogiados como “Annie Hall” y “Manhattan” hasta argumentos apasionados a favor de películas menos conocidas, revelando a un artista complejo que se mueve entre la autocrítica y el orgullo por su obra. El diálogo entre Allen y Lax revela el viaje del cineasta desde sus inicios como director lleno de esperanza, emocionado por los elogios preliminares, hasta convertirse en un artista experimentado que ha desarrollado un estilo narrativo distintivo, influenciado por colaboraciones con figuras influyentes como el director de fotografía Gordon Willis.
A pesar de la rica exploración del viaje cinematográfico de Allen y su evolución creativa, la estructura temática del libro, en lugar de una organización cronológica, aplana en cierta medida la narrativa, haciendo que la personalidad de Allen parezca inmutable a lo largo de las décadas. Este enfoque estructurado, si bien ilumina la consistencia en la visión y el estilo de Allen, también pierde la oportunidad de profundizar en los arcos dramáticos que definieron las vidas de contemporáneos como Orson Welles. Además, las incursiones de Allen en la escritura, tanto al inicio de su carrera como en sus más recientes contribuciones al humor y la ficción breve, subrayan su talento multifacético, aunque “Mere Anarchy” no logra recuperar el esplendor de sus primeras colecciones. En última instancia, el legado de Allen, al igual que su actitud hacia la vida y el arte, encarna un paradoja de desapego y compromiso, dejando una huella indeleble tanto en el cine como en la literatura.
// Autor: Eric Lax // Editorial: Reservoir Books
SOBRE EL AUTOR
Eric Lax es autor de Woody Allen: A Biography y coautor de una biografía de Bogart. Es colaborador habitual de The Atlantic, The New York Times, Vanity Fair y Esquire. Actualmente vive en Los Ángeles.