SINOPSIS
Es la primavera de 1976, y han pasado veinte años desde que Eilis se casó con Tony Fiorello y abandonó Brooklyn para mudarse a Long Island, junto a su extensa familia política. Ahí nacieron sus hijos, Rosella y Larry, y durante estos años ha vivido en aparente armonía, hasta que un hombre con acento irlandés aparece en la puerta de su casa con una inesperada noticia que hace que la frágil paz conyugal, compuesta de atronadores silencios, se tambalee. Por primera vez en mucho tiempo, Eilis se siente lejos de su Irlanda natal y decide regresar a Enniscorthy, a un mundo que creía haber dejado atrás y a unas maneras de vivir, y de amar, que pensaba haber perdido del todo. ¿Se equivocó al elegir a Tony? ¿Es demasiado tarde para cambiar de rumbo?
BOOK SHORT REVIEW
ENGLISH REVIEW
The great thing about writing a sequel is that you can dive straight into the action without needing to set the scene. Colm Tóibín does exactly this in “Long Island,” the follow-up to his 2009 novel “Brooklyn.” That book transformed Tóibín from a respected literary novelist into a commercial success. The publishers’ promotional materials accurately predicted that it would be his “breakout novel,” much like “Atonement” was for Ian McEwan. “Brooklyn” succeeded both artistically and commercially by telling a simple yet compelling story: a bittersweet tale of thwarted love in 1950s Ireland. It featured Eilis Lacey, a young woman from Enniscorthy, a town in County Wexford. In “Brooklyn,” Eilis moved to the United States, secretly married, returned to Ireland for a family death, and ultimately decided to go back to America, surprising both herself and the reader with her decision, given her otherwise passive nature.
In “Long Island,” 20 years have passed, placing us in the mid-1970s. The exact date is not specified, but references to Vietnam and Watergate help orient us. Eilis Lacey is now Eilis Fiorello, living with her Italian-American husband, Tony, and their teenage children, Rosella and Larry. Tony’s brothers and parents live right next door, adding a layer of familial tension. The story begins with a dramatic moment when a stranger shows up at Eilis’s door, claiming that Tony has been spending a lot of time with his wife and that she is pregnant with Tony’s child. He threatens to leave the baby on Eilis’s doorstep if she isn’t home when it is born. This immediate crisis sets the tone for the entire book, infusing it with an engaging tension from the start.
Tóibín uses this dramatic event to propel the narrative, in contrast to the slower build-up in “Brooklyn.” The tension is palpable as Eilis navigates this new turmoil in her life. The sequel builds on the established characters and setting, allowing Tóibín to focus on the unfolding drama and the intricate dynamics within Eilis’s family. The result is a story that is both gripping and satisfying, maintaining the emotional depth and nuanced storytelling that made “Brooklyn” a success. “Long Island” stands out as a compelling continuation of Eilis’s journey, offering readers a richly woven tale of family, loyalty, and personal struggle.
SPANISH REVIEW
Lo genial de escribir una secuela es que se puede entrar directamente en la acción sin necesidad de establecer el escenario. Colm Tóibín hace precisamente esto en “Long Island”, la continuación de su novela “Brooklyn” de 2009. Ese libro transformó a Tóibín de un novelista literario respetado en un éxito comercial. Los materiales publicitarios de los editores predijeron acertadamente que sería su “novela revelación”, al igual que “Expiación” lo fue para Ian McEwan. “Brooklyn” tuvo éxito tanto artístico como comercialmente al contar una historia sencilla pero convincente: un relato agridulce de amor frustrado en la Irlanda de los años 50. Presentaba a Eilis Lacey, una joven de Enniscorthy, un pueblo en el condado de Wexford. En “Brooklyn”, Eilis se mudaba a Estados Unidos, se casaba en secreto, regresaba a Irlanda por la muerte de un familiar y finalmente decidía volver a América, sorprendiendo tanto a ella misma como al lector con su decisión, dada su naturaleza pasiva.
En “Long Island” han pasado 20 años, situándonos a mediados de los años 70. La fecha exacta no se especifica, pero las referencias a Vietnam y Watergate nos orientan. Eilis Lacey es ahora Eilis Fiorello, vive con su esposo italoamericano, Tony, y sus hijos adolescentes, Rosella y Larry. Los hermanos y padres de Tony viven justo al lado, añadiendo una capa de tensión familiar. La historia comienza con un momento dramático cuando un extraño se presenta en la puerta de Eilis, afirmando que Tony ha pasado mucho tiempo con su esposa y que ella está embarazada del hijo de Tony. Amenaza con dejar al bebé en la puerta de Eilis si no está en casa cuando nazca. Esta crisis inmediata marca el tono de todo el libro, infundiéndole una tensión atractiva desde el principio.
Tóibín utiliza este evento dramático para impulsar la narrativa, en contraste con el desarrollo más lento de “Brooklyn”. La tensión es palpable mientras Eilis navega por esta nueva agitación en su vida. La secuela se basa en los personajes y el escenario ya establecidos, permitiendo a Tóibín centrarse en el drama en desarrollo y las dinámicas intrincadas dentro de la familia de Eilis. El resultado es una historia tanto fascinante como satisfactoria, manteniendo la profundidad emocional y la narrativa matizada que hicieron de “Brooklyn” un éxito. “Long Island” destaca como una continuación convincente del viaje de Eilis, ofreciendo a los lectores un relato ricamente tejido de familia, lealtad y lucha personal.
// Autor: Colm Tóibín // Editorial: Lumen
SOBRE EL AUTOR
Colm Tóibín (Enniscorthy, 1955) es uno de los mejores escritores irlandeses de nuestro tiempo, ganador del Forster Award en 1995 y de la Medalla Bodley en 2022. De su obra cabe destacar las novelas The Master. Retrato del novelista adulto (Lumen, 2018), galardonada con los premios IMPAC, Mejor Libro Extranjero de Babelio y Los Angeles Times Book Prize, y finalista del Booker Prize; El testamento de María (Lumen, 2014), finalista del Man Booker; Brooklyn (Lumen, 2016, 2024), su obra de ficción más conocida, llevada al cine por John Crowley, ganadora del Premio Costa Book y mejor libro del año según The Guardian, The Daily Telegraph, The Sunday Times y The Observer; Nora Webster (Lumen, 2016), que obtuvo el Premio Hawthornden; La casa de los nombres (Lumen, 2017); Madres e hijos (Lumen, 2019), una selección de los relatos recogidos en The Empty Family y Mothers and Sons, ganadora del Edge Hill Short Story Prize, y El Mago. La historia de Thomas Mann (Lumen, 2022), ganador del Premio Rathbones Folio y escogido como uno de los mejores libros del año por The New York Times, The Times, NPR, The Washington Post, Vogue y The Wall Street Journal. Tóibín es también un excelente crítico literario, como demuestran las piezas reunidas en el volumen Nuevas maneras de matar a tu madre (Lumen, 2013). Su última novela, Long Island (Lumen, 2024), es la esperada secuela de Brooklyn. Su obra se ha traducido a más de treinta idiomas.