SINOPSIS
Baltimore, 2015. Estallan disturbios por toda la ciudad mientras los ciudadanos exigen justicia para Freddie Gray, un afroamericano de veinticinco años fallecido en sospechosas circunstancias bajo custodia policial. La delincuencia se dispara, y en Baltimore se produce un altísimo número de asesinatos: 342 homicidios en un solo año, en una ciudad de apenas seiscientos mil habitantes. La Policía de Baltimore recurre entonces al sargento Wayne Jenkins, y a su unidad de élite de paisano, el Grupo Especial de Rastreo de Armas, para retirar las armas y las drogas de las calles.
Pero Jenkins acabó protagonizando un episodio de corrupción policial sin precedentes: junto con otros miembros del Grupo Especial de Rastreo de Armas, Jenkins robó a los ciudadanos de Baltimore, sustrajo dinero de las redadas antidroga, se embolsó miles de dólares en efectivo encontrados en domicilios particulares y colocó pruebas falsas a su paso. Su insaciable racha delictiva duraría años: el resultado fueron innumerables condenas injustas, el fallecimiento de un civil inocente y la misteriosa muerte de un policía de un disparo en la cabeza, asesinado justo un día antes de testificar contra la unidad.
Esta es la verdadera historia de una ciudad sometida a la violencia impune de quien debía acabar con ella.
BOOK SHORT REVIEW
ENGLISH REVIEW
Justin Fenton, a renowned investigative journalist, delivers in We Own This City a fascinating and deeply unsettling account of one of the most shocking police corruption scandals in recent U.S. history. Set in Baltimore—a city already plagued by racial tensions, violence, and inequality—the book masterfully chronicles how a group of officers, led by the seemingly heroic Sergeant Wayne Jenkins, transformed into a criminal gang that plundered the very city they had sworn to protect.
Fenton draws on his extensive experience and meticulous research to unravel the details of the Gun Trace Task Force’s corruption. From systematically robbing citizens, fabricating evidence, and embezzling money, to the tragic consequences of their actions, including wrongful convictions and preventable deaths, the author exposes the breadth and gravity of the crimes committed by this unit. Through interviews, court documents, and recordings, Fenton not only illuminates the case but also provides a harrowing portrait of the disconnect between the police and the communities they are meant to serve.
Fenton’s narrative is engaging and compelling, allowing the reader to dive into a story that, though painful, is impossible to ignore. Reviews have highlighted its similarity to iconic series like The Wire, but this book stands apart as a true story—a testimony to the ethical collapse within institutions tasked with maintaining order. As Wes Moore points out, this is more than just a specific case of corruption; it’s a wrenching analysis of the impact of systemic racism and the war on drugs in the United States, which have fractured not only communities but the very integrity of police work itself.
We Own This City is an essential read for those seeking to understand the dangers of a corrupt policing system and its devastating consequences. With a narrative style that combines journalistic rigor and an almost novelistic approach, Fenton crafts a work that resonates far beyond Baltimore, shedding light on deeply rooted issues in American society. It is a must-read for anyone pursuing justice and reflecting on the future of relationships between law enforcement and the communities they are meant to serve.
SPANISH REVIEW
Justin Fenton, reconocido periodista de investigación, entrega en We Own This City una obra fascinante y profundamente inquietante sobre uno de los escándalos de corrupción policial más impactantes de la historia reciente de Estados Unidos. Ambientada en Baltimore, una ciudad ya marcada por tensiones raciales, violencia y desigualdad, el libro narra con maestría cómo un grupo de oficiales, liderados por el aparentemente heroico sargento Wayne Jenkins, se convirtió en una banda criminal que saqueó la ciudad que juraron proteger.
Fenton utiliza su vasta experiencia y una investigación meticulosa para desentrañar los detalles de la corrupción de la Gun Trace Task Force. Desde el robo sistemático a ciudadanos, la manipulación de pruebas y el desvío de dinero, hasta los trágicos resultados de sus acciones, como condenas injustas y muertes evitables, el autor expone la amplitud y gravedad de los delitos cometidos por esta unidad. A través de entrevistas, documentos judiciales y grabaciones, el autor no solo ilumina el caso, sino que ofrece un retrato desgarrador de la desconexión entre la policía y las comunidades a las que deben servir.
La narrativa de Fenton es ágil y cautivadora, permitiendo al lector sumergirse en una historia que, aunque dolorosa, resulta imposible de ignorar. Las reseñas destacan su similitud con series icónicas como The Wire, pero este libro tiene la ventaja de ser una historia real, un testimonio del colapso ético dentro de las instituciones encargadas de mantener el orden. Como Wes Moore señala, este es más que un caso específico de corrupción; es un análisis desgarrador del impacto del racismo estructural y la guerra contra las drogas en Estados Unidos, que ha fracturado no solo comunidades, sino también la integridad misma del trabajo policial.
We Own This City es un libro imprescindible para quienes buscan comprender los peligros de un sistema policial corrupto y sus consecuencias devastadoras. Con un estilo narrativo que combina rigor periodístico y un enfoque casi novelístico, Fenton logra crear una obra que resuena más allá de Baltimore, hablando de problemas profundamente arraigados en la sociedad estadounidense. Es una lectura esencial para quienes buscan justicia y desean reflexionar sobre el futuro de las relaciones entre las fuerzas del orden y las comunidades que deben proteger.
// Autor: Justin Fenton // Editorial: Principal
SOBRE EL AUTOR
Justin Fenton es periodista de investigación del Baltimore Banner. Anteriormente trabajó 17 años en el Baltimore Sun, cubriendo el sistema de justicia penal. El presente libro, La ciudad es nuestra, fue Selección del Editor del New York Times y se convirtió en la exitosa serie homónima. Justin fue finalista del Premio Pulitzer por la cobertura de la muerte de Freddie Gray, y dos veces finalista del Premio Nacional Livingston para jóvenes periodistas: la primera, por una investigación que mostraba cómo la policía desechaba las denuncias por violación en la zona con la tasa de violaciones más alta de Estados Unidos; la segunda, por una serie narrativa de cinco partes incluida en una investigación de homicidio.