SINOPSIS
Una hija debe cuidar a su madre, aquejada de Alzheimer, que intentó matarla cuando niña. A partir de esa sencilla premisa argumental, Antonio Manuel, el celebrado autor de “La huella morisca” y “La luz que fuimos”, teje con extrema delicadeza una novela tan cruda como hermosa, donde conjuga la palabra vivida con silencios que dicen mucho más de lo que callan. El odio al diferente se da cita con el amor a la tierra y los cuidados mutuos, a través de los ojos de un joven pastor y de las mujeres que protagonizan esta bellísima y memorable historia.
BOOK SHORT REVIEW
ENGLISH REVIEW
Sometimes reading a story isn’t enough — you have to feel it. Some novels don’t ask for permission to enter; they simply do — gently, but with weight — and they stay with you. Tu nombre mío, by Antonio Manuel, is one of those rare works that brushes against your skin and continues to echo within. From a premise as simple as it is harrowing — a daughter caring for her mother with Alzheimer’s, the same mother who once tried to kill her as a child — the author crafts an intimate, brave, and deeply human narrative. Far from forced drama, the story flows like rural speech: filled with burning silences, gestures that say more than words, and invisible roots that hold the emotion in place.
From the very first pages, the narrative voice — woven with fierce delicacy — leads us through an inner landscape of wounds and care, of lingering resentments and tenderness that seeps in even through pain. In that uncertain territory where memory dissolves and the past resurfaces without warning, Antonio Manuel explores motherhood in its rawest form, yet also in its most honest path toward redemption. He writes with prose that breathes the earth, stripped of unnecessary embellishments, because the truth is already in every sentence. Alongside, a young shepherd walks us gently through the voices of the women who carry this story — calm, steady, and rooted in love for all that moves slowly.
Beyond its emotional core, Tu nombre mío becomes a tribute to those who never had a voice: women, rural people, those silenced for being different or foreign in their own land. The novel transforms that quiet cry into narrative beauty, into small gestures that say everything: a bowl, a blanket, a glance that shifts meaning with time. At its heart lies the mother-daughter relationship, from which unfold universal themes: fear, identity, reconciliation, and the fragility of love when everything else has failed. These pages resonate with a profoundly human, Andalusian, even Morisco echo — bridging the personal with the collective in a way that lingers.
With this novel, Antonio Manuel reaffirms his gift for writing from the edge without abandoning tenderness. Author of powerful works such as La huella morisca and La luz que fuimos, his literary voice stands among the most lucid and sensitive in today’s landscape. Tu nombre mío doesn’t aim to provide answers — it offers companionship in the questions that hurt the most. It’s a book to read slowly, to underline quietly, to leave on the table for a few days before lending it, because part of the reader stays between its pages. A novel written with memory and compassion, honoring the complex truth of human bonds and the possibility of care — even when we no longer remember why.
SPANISH REVIEW
A veces no basta con leer una historia; hay que sentirla. Algunas novelas no nos preguntan si queremos entrar, simplemente lo hacen —con suavidad, pero con peso— y se quedan dentro. Tu nombre mío, de Antonio Manuel, es una de esas obras que rozan la piel y laten en la memoria. A partir de una premisa tan sencilla como estremecedora —una hija que cuida a su madre enferma de Alzheimer, la misma madre que intentó matarla cuando era niña—, el autor construye un relato íntimo, valiente y profundamente humano. Lejos del dramatismo forzado, la historia avanza como el habla del campo: con silencios que arden, con gestos que dicen más que las palabras, con raíces invisibles que sostienen la emoción.
Desde las primeras páginas, la voz narrativa, tejida con una delicadeza feroz, nos conduce por un paisaje interior marcado por las heridas y los cuidados, por resentimientos que no terminan de sanar y ternuras que se filtran incluso en medio del daño. En ese territorio incierto donde la memoria se desvanece y el pasado regresa sin aviso, Antonio Manuel aborda la maternidad en su versión más cruda, pero también en su forma más honesta de redención. Lo hace con una prosa que respira tierra, sin ornamentos innecesarios, porque la verdad ya está en cada frase. En paralelo, un joven pastor nos acompaña entre las voces femeninas que sostienen la historia con la calma de quien ama lo que camina lento.
Más allá de su carga íntima, Tu nombre mío se convierte también en un canto a quienes nunca tuvieron voz: mujeres, campesinos, personas silenciadas por ser diferentes o extranjeras en su propia tierra. La novela convierte ese grito ahogado en belleza narrativa, en gestos pequeños que lo dicen todo: un cuenco, una manta, una mirada que cambia de significado con los años. La relación entre madre e hija es el núcleo desde el que se despliegan temas universales: el miedo, la identidad, la posibilidad de reconciliación, y la fragilidad del amor cuando parece que todo ha fallado. Hay en estas páginas una resonancia morisca, andaluza y profundamente humana que conecta lo íntimo con lo colectivo.
Con esta novela, Antonio Manuel reafirma su capacidad de escribir desde el abismo sin renunciar a la ternura. Autor de obras tan significativas como La huella morisca o La luz que fuimos, su voz literaria se ha consolidado como una de las más lúcidas y sensibles del panorama actual. Tu nombre mío no pretende dar respuestas, pero sí ofrecer compañía en las preguntas que más duelen. Es un libro para leer despacio, para subrayar en silencio, para dejar reposar antes de compartirlo, porque algo de quien lo lee se queda entre sus páginas. Una novela escrita con memoria y compasión, que honra la verdad compleja de los vínculos y la posibilidad de cuidarnos incluso cuando ya no recordamos por qué.
// Autor: Antonio Manuel // Editorial: Berenice
SOBRE EL AUTOR
Antonio Manuel (Almodóvar del Río, 1968) ganó con su primera novela “Nenia” el Premio Nacional Amador de los Ríos, y poco después la Beca de Creación Literaria de la Diputación de Córdoba con “El desmayado vuelo de las cigüeñas”. Ha compaginado su labor creativa con la docencia y el activismo social, cultural y político. Doctor en Derecho y Profesor de Derecho Civil, fue uno de los fundadores y presidente de la Federación «Ateneos de Andalucía». Patrono de la Fundación Blas Infante, rescató del olvido la obra de teatro popular “Entre dos fuegos”, de Manuel Alba (Berenice, 2007). Tras publicar “La huella morisca” (Almuzara, 2010), que logró una excelente acogida de crítica y lectores y es hoy un título de referencia, regresó a la novela con “El soldado asimétrico” (Berenice, 2017) y publicó asimismo “Flamenco. Arqueología de lo Jondo” (Almuzara, 2018) y el poemario “Daño” (Utopía Libros, 2020). También se editó en Almuzara “La luz que fuimos” (2023), actualmente en su tercera edición.