SINOPSIS
En su lecho de muerte, la madre de Valeria le entrega una foto firmada en el reverso: “Giuliano Emiliozzi”, el hombre que las abandonó. Años después, Valeria relee ese mismo nombre en una antigua revista publicada en la ciudad de Danmara, a donde decide viajar para encontrar a su supuesto padre.
El relato de Valeria es la crónica de unas pesquisas, pero también la construcción de una memoria lejos del hogar. La voz de la protagonista terminará cediendo espacio a la de Giuliano: unos diarios escritos al final de la infancia, el testimonio de unas semanas cruciales en la vida de un niño que, de algún modo, marcará el destino de Valeria.
BOOK SHORT REVIEW
ENGLISH REVIEW
Some books don’t shout. They don’t chase dramatic twists or easy shocks. Some books, like You Will Reach Danmara, simply stay with you — like a memory that returns uninvited. Valeria’s story, marked by a quiet search and an old wound, leads us on a journey that is more emotional than geographical. It doesn’t really matter where Danmara is. What matters is what fades — and is slowly rebuilt — along the way. On the back of a photograph, in the trembling lines of a name, the desire to understand is sparked, even if understanding doesn’t always bring healing.
The novel unfolds like an album of voices that don’t always agree, but still find a way to speak to one another. Valeria speaks from her need to understand her origins, her abandonment, her emptiness. Giuliano, her supposed father, speaks through childhood notebooks that seem to try to justify something long buried. These two perspectives intertwine with moving delicacy. What could have become a confrontation turns instead into a fragile reconstruction — a question asked softly. Guirao reminds us that identity isn’t a final answer, but a succession of versions that together form an incomplete yet honest truth.
There is something deeply intimate in the way this novel breathes: its calm rhythm, its silences, the way its words seem aware they are stepping into sacred ground. Family, literature, childhood, the art of storytelling — they’re all here, not as theories but as echoes that resonate without demanding meaning. As if the novel itself were unsure — and in that uncertainty lies its strength — about what matters more: the reunion, the search, or the act of telling the story. Because telling can be a form of caring, and reading, sometimes, is not so different from listening to someone who has needed to speak for a very long time.
You Will Reach Danmara doesn’t need grand gestures to leave a mark. It does so with what is essential: a sensitive voice, a structure that allows space, and a truth you can sense even when it remains unsaid. It is a book about what we lose, but also about what endures — a photograph, a journal, a name. Alberto Guirao writes with the precision of someone who knows what it means to look back without bitterness. And with this novel, which pulses like a whisper, he shows us that some searches never end… but they still deserve to be told.
SPANISH REVIEW
Hay libros que no gritan, que no buscan el golpe fácil ni la sorpresa constante. Hay libros, como Llegarás a Danmara, que simplemente te acompañan, como un recuerdo que vuelve sin pedir permiso. La historia de Valeria, con su búsqueda pausada y su herida antigua, nos sumerge en un viaje más emocional que geográfico. No importa tanto dónde queda Danmara como lo que se va desdibujando —y reconstruyendo— en el trayecto. En el reverso de una fotografía, en la letra temblorosa de un nombre, se enciende el deseo de comprender, aunque a veces comprender no sirva para sanar del todo.
La novela avanza como un álbum de voces que no siempre coinciden, pero que dialogan. Valeria nos habla desde la necesidad de entender su origen, su abandono, su vacío. Giuliano, su supuesto padre, lo hace desde los cuadernos de una infancia que parece querer justificarse. Ambas miradas se entrelazan con una delicadeza que emociona. Lo que podría haber sido un ajuste de cuentas se convierte en una reconstrucción frágil, en una pregunta que se formula con ternura. Guirao nos recuerda que la identidad no es una respuesta cerrada, sino una sucesión de versiones que, juntas, forman una verdad incompleta pero honesta.
Hay algo profundamente íntimo en la forma en que esta novela respira: su ritmo calmo, sus silencios, la manera en que las palabras parecen saber que están pisando un terreno sagrado. La familia, la literatura, la infancia, el arte de narrar: todo está ahí, no como tesis, sino como ecos que resuenan sin imponer significado. Como si la novela misma dudara —y en esa duda encontrara su fuerza— de qué es lo importante: si el reencuentro, la búsqueda o el gesto de narrarlo. Porque contar también es una forma de cuidar, y leer, a veces, se parece mucho a escuchar a quien necesita decir algo desde hace demasiado tiempo.
Llegarás a Danmara no necesita grandes artificios para dejar huella. Lo hace desde lo esencial: una voz sensible, una estructura que permite respirar, y una verdad que se intuye aunque no se diga del todo. Es un libro que habla de lo que se pierde, pero también de lo que permanece: una fotografía, un diario, un nombre. Alberto Guirao escribe con la precisión de quien sabe lo que es mirar atrás sin rencor. Y con esta novela, que late como un susurro, confirma que hay búsquedas que no terminan nunca… pero que aun así merecen ser contadas.
// Autor: Alberto Guirao // Editorial: Berenice
SOBRE EL AUTOR
Nació en Madrid en 1989. Es autor de los poemarios Ulises X (Hiperión, 2020), Los días mejor pensados (2016) y Ascensores (2010). Por ellos ha obtenido, entre otros, el premio València Nova de Poesía y el Premio Nacional Félix Grande. Ha recibido importantes becas de creación: fue residente en la Fundación Antonio Gala para Jóvenes Creadores (Córdoba, 2013-2014) y en la Residencia de Estudiantes de Madrid (2017-2018). En la actualidad, trabaja como profesor de Lengua y Literatura en un instituto público y dirige un taller de poesía en la Fundación Centro de Poesía José Hierro (Getafe). También ha tenido éxito en la narrativa con su primera novela “Llegarás a Danmara” (Berenice, 2024) con la que obtuvo el V Premio de la Fundación Antonio Gala.