SINOPSIS
Leo y Thomas se conocen por azar en una multitudinaria fiesta parisina y, pese a su diferencia de edad y origen —Leo es un escritor italiano establecido, y Thomas un joven alemán aspirante a pianista considerablemente más joven—, se embarcan en una intensa relación. Pero la pasión toma tantas formas como amantes que la experimentan, y durante los años siguientes los dos hombres bailan una cuidadosa coreografía hecha de espacios y de distancias.
Leo entiende el amor como un anhelo, un ejercicio de extrañar y desear, y evita a toda costa compartir un espacio doméstico con Thomas, algo que, por otro lado, resultaría inconcebible para la sociedad que los rodea y los rechaza. Así viven varios años en habitaciones separadas, con vidas conectadas pero no fusionadas. Pero la trágica muerte de Thomas enfrenta a Leo a la soledad verdadera.
Impulsado por la necesidad de olvidar, o tal vez de encontrar, vaga por los destinos que habitó con su amado. El redescubrimiento de una de las novelas más revolucionarias de las letras italianas de finales de los años 80 por un autor de culto de la literatura queer.
BOOK SHORT REVIEW
ENGLISH REVIEW
Separate Rooms unfolds a poetry of experience that dialogues with the passage of time, memory, and fractured relationships through a language that does not subvert clarity but rather makes it inhabitable. As a whole, the collection stands upon a formal architecture—divided into thematic sections—yet its emotion arises precisely when that structure is unsettled by the subjectivity of the poetic voice. Through measured verses, Luis García Montero explores the invisible folds of everyday life: desire, the belated touch, the words left unsaid, and the absences that linger.
The emotional journey proposed by Separate Rooms is neither triumphant nor excessively dramatic; instead, it cultivates the penumbra of the inner self. Each poem is a discreet sowing that waits to grow within the reader. There are no grand gestures here, but the accumulation of small confessions constructs an intimate landscape that resonates deeply. This approach allows the author to move deftly between the confessional and the meditative, so that the reader does not merely observe but traverses, alongside the verse, the territory of their own nostalgia. Moreover, the treatment of time in this work is particularly evocative. Rather than situating itself within a linear temporality, the poems create a dialogue between past and present, reconstructing fragmented stages that stretch and question the identity of the poetic self. This oscillation allows the “I” to remain fluid rather than fixed, and its voice succeeds in inscribing itself into the realm of lived experience with an authenticity that feels both immediate and necessary in contemporary poetry.
The images that emerge from these poems—city edges, stations, rooms, withheld gazes—function as symbolic thresholds where the ordinary and the existential converge. García Montero moves skillfully along the fine line between the minimal and the essential: a whisper can contain an abyss of meaning. For that reason, reading Separate Rooms requires attentive slowness, an openness to feel the resonances pulsing between the lines. Taken in its entirety, Separate Rooms is a companion book—one capable of accompanying nights of restlessness or mornings of solitude. It does not impose answers but instead offers questions—and, most importantly, it invites the reader to inhabit their own emptiness with dignity. This is poetry for those who believe that silence, pause, and carefully summoned words remain among the most unbearable yet luminous paths to revelation.
SPANISH REVIEW
Habitaciones separadas despliega una poesía de la experiencia que dialoga con el paso del tiempo, la memoria y las relaciones rotas desde un lenguaje que no subvierte la claridad sino que la hace habitable. En conjunto, el poemario se yergue sobre una arquitectura formal —dividido en partes temáticas— pero su emoción brota precisamente cuando esa estructura se ve trastornada por la subjetividad del yo poético. A través de versos medidos, Luis García Montero explora los pliegues invisibles de la vida diaria: el deseo, la caricia tardía, las palabras que no se dijeron y las ausencias que perduran.
El recorrido emocional que propone Habitaciones separadas no es triunfal ni dramático en exceso, sino agricultor del penumbro interior: cada poema es una siembra discreta que espera crecer en el lector. No hay gestos grandilocuentes, pero la acumulación de pequeñas confesiones construye un paisaje íntimo que resuena con fuerza. Esa estrategia le permite al autor moverse en la zona precisa entre lo confesional y lo meditativo, de modo que el lector no solo contempla, sino que recorre con el verso el territorio de sus propias nostalgias. Por otra parte, el tratamiento del tiempo en esta obra es particularmente sugestivo. En vez de situarse en una temporalidad lineal, los poemas dialogan entre pasado y presente, reconstruyendo etapas fragmentarias que tensionan la identidad del hablante poético. Esa oscilación permite que el yo no sea rígido sino cambiante, y su voz consigue inscribirse en el mundo de lo vivido con una autenticidad a menudo urgente en la poesía contemporánea.
Las imágenes que brotan de estos poemas —bordes de ciudad, estaciones, habitaciones, miradas retenidas— funcionan como umbrales simbólicos donde lo cotidiano y lo existencial convergen. García Montero sabe moverse en el alambre que va de lo mínimo a lo esencial: un susurro puede encerrar un abismo de sentido. Por ello, la lectura de Habitaciones separadas exige una lentitud atenta, una apertura para sentir las resonancias que laten entre líneas. En su totalidad, Habitaciones separadas es un libro de compañía: un volumen capaz de acompañar noches de ansiedad o mañanas de soledad. No impone respuestas, sino que ofrece preguntas —y lo más valioso: invita al lector a habitar sus propios vacíos con dignidad. Es poesía para quienes creen que el silencio, la pausa y la palabra convocada con cuidado siguen siendo vías insoportables de revelación.
// Autor: Pier Vittorio Tondelli // Editorial: Lumen
SOBRE EL AUTOR
Pier Vittorio Tondelli nació en Correggio en 1955 y murió de sida, con tan solo 36 años, en 1991. En 1980 publicó su primera novela, Otros libertinos, en la que retrató la euforia y la desesperación de la nueva generación italiana. A este debut siguieron las novelas Pao Pao (1982), Rimini (1986) y Biglietti agli amici (1986). Su última novela, Habitaciones separadas (Lumen, 2025), fue publicada originalmente en 1989. Además, trabajó con Elisabetta Rasy y Alain Elkann como editor de la revista Panta para la que coordinó la publicación de tres antologías de jóvenes autores de los años 80. En 1990 compiló toda su obra de no ficción en Un weekend postmoderno; L’abbandono, la segunda parte de este proyecto, una crónica de los años 80, se publicó póstumamente en 1993. A pesar de su corta vida, Tondelli fue un autor que vivió intensamente y que impactó en la escena literaria italiana por su descripción delicada y audaz de la homosexualidad, que rompió con el encorsetado pensamiento de la época, y sigue siendo referente cultural de su generación y de la literatura queer.